Ruta de 4 días por Mallorca en autocaravana

¿Buscas playas paradisíacas para recorrer en autocaravana o camper? ¡Prepara las maletas! ¡Nos vamos a Mallorca! La familia blogger Kucavana es la encargada de guiarnos por una ruta por esta preciosa isla paraíso que te sorprenderá.

Ruta por Mallorca: lo que hay que saber

Para comenzar, el acceso a Mallorca se puede hacer en ferry desde Barcelona, Dénia o Valencia.

Una vez allí, debemos saber que no es una isla preparada para el turismo itinerante. A nivel de servicios no hay ningún camping ni ninguna área de autocaravanas en Mallorca. Únicamente podremos hacer los servicios de autocaravana en el Punto Verde de Palma de Mallorca y hasta las 20 horas que cierra, aunque hay alguna gasolinera, como la de Son Servera, que nos ofrece hacer vaciados y llenados de aguas.

Por tanto, el primer consejo es ser muy respetuosos con los parkings donde aparcaréis y dormiréis. Y bajo ningún concepto acampar, exceder del perímetro del vehículo sacando elementos como sillas y mesas. Sólo así, respetando la legalidad, podremos disfrutar de esta isla durante muchos años.

Una ruta inolvidable en autocaravana

Mallorca, la isla más grande de España y uno de los destinos turísticos más importantes del mediterráneo, es un caramelo para una experiencia de 4 días en autocaravana o camper. 

La isla nos brinda la posibilidad de saborear cada uno de sus rincones y sumergirnos tanto en un recorrido histórico y cultural sin precedentes como en la naturaleza de sus  preciosas playas y su apasionante sierra, con vistas inolvidables y picos de más de 1000 metros de altura. 

Día 1: Palma de Mallorca, la ciudad más grande de la isla

Si llegas a Palma en el ferry nocturno, la ciudad te da la bienvenida y te acoge para un reconfortante paseo y un refresco en cualquiera de sus terrazas. Además, los martes y sábados puedes disfrutar del mercado de productos ecológicos que tiene lugar en la plaza del Bisbe Berenguer de Palou.     

Hay muchos lugares que ver en Palma de Mallorca en un día, algunos imprescindibles son la Catedral de Mallorca, el Palacio Real de La Almudaina y los baños árabes que datan del s. XI, uno de los pocos testimonios que quedan de la arquitectura islámica en la isla, que nos recuerdan que Palma de Mallorca fue erigida por los árabes sobre restos romanos.

Todos los destinos culturales se encuentran en un mismo perímetro por lo que puedes alcanzarlos a pie, sin embargo, la visita al Castillo Fortaleza de Bellver requerirá desplazarte en tu vehículo hasta el parking destinado a los visitantes. Si planificas esta actividad al final del día, ten en cuenta que la hora de cierre es alrededor de las 19h o las 18h durante los meses de invierno. 

Día 2: Recorrido por los pueblos de la Sierra de la Tramuntana

Desde Palma y en apenas 30 minutos alcanzamos el pueblo de Valldemossa, en la Sierra de Tramuntana, a través de una carretera ascendente, con curvas, aunque de buen acceso. Dícese de este pueblo que es el más bonito de toda la isla por el emergente paisaje que le rodea, pero, también, por su belleza; a lo lejos, su silueta resalta la Real Cartuja, la Iglesia de San Bartomeu y el Palacio del rey Sancho. Una vez en el pueblo, las casas adosadas, los patios de flores y las calles empedradas te sumergen en otra época, hipnotizando del mismo modo que lo hicieron a tantos artistas y escritores del pasado que lo visitaron en busca de inspiración. 

Si eres amante de lo contemporáneo, te gustará saber que en Valldemossa se encuentra Casa Nord, centro cultural fundado por el actor de Hollywood Michael Douglas, cuya finca s’Estaca se encuentra en la carretera de Valldemossa a Sòller, cerca de Deià. 

Desde este pueblo puedes aventurarte en una excursión, con el mismo recorrido de ida y vuelta de aproximadamente 14 kilómetros, para alcanzar el Puig des Teix, aunque requiere de todo un día (6 horas aproximadamente) y de un mínimo de condición física, por tratarse de un recorrido largo. 

Camino a Deià, nuestro siguiente pueblo recomendado, te proponemos detenerte a disfrutar de las vistas sobre el mediterráneo desde el Mirador s’Escaleta y apreciar la espectacular formación rocosa de Sa Foradada. 

Deià es un pueblo que creció en un privilegiado punto entre mar y montaña. Si Valldemossa es el pueblo más bonito de la isla, Deià es, sin duda, el pueblo con más encanto. Rodeado de exuberantes vistas y naturaleza, su belleza arquitectónica y su alma bohemia han ejercido de imán para atraer, desde hace más de un siglo, a personajes famosos. Es considerado pueblo de artistas y músicos y ofrece una agenda cultural intensa, sobre todo durante la temporada alta. 

No puedes irte del pueblo sin visitar Cala Deià, un rincón paradisíaco de aguas mansas y cristalinas que no olvidarás y, aunque tengas que disfrutarla con escarpines o cangrejeras, el baño merecerá más que la pena.

Por último, a 21 minutos de Deià encontrarás el Valle de Sòller, escondido entre altas montañas y en medio de la Sierra de Tramuntana. Allí, rodeado de huertos y árboles frutales, encontramos el pueblo del mismo nombre, Sòller, que destaca por su casco antiguo y sus calles adoquinadas, repletas de casas modernistas y típicas villas mallorquinas. A unos 3 kilómetros del pueblo, te sorprenderá con bellos atardeceres el Puerto Natural de Sòller, que desde el s. XVIII mantuvo una estrecha relación comercial con Francia, exportando cítricos y otros productos del valle. Es por esta razón que muchos franceses se establecieron allí y dejaron su huella en el idioma, la arquitectura y en ciertas costumbres. Hoy en día, continúa habiendo muchas familias de Sòller con vínculos con Francia.

El aislamiento geográfico del valle con respecto al resto de la isla lo dotó de un carácter propio y fue en ese contexto que el puerto se desarrolló como una única vía de comunicación hacia el exterior. Hasta que en 1920, con las mejoras en las comunicaciones, el valle se volvió accesible para toda la isla.

Día 3: Península de Formentor, rincones de ensueño

Desde Sòller hay una hora de trayecto hasta Pollença, un pueblo emblemático, situado junto a la Sierra de la Tramuntana, lleno de atractivos por descubrir. Merece la pena un paseo por el pueblo y subir los 365 escalones, que representan los días del año, hasta la Ermita del Monte Calvario, desde donde obtendrás las mejores vistas de los alrededores.

A escasos 7 km del pueblo se encuentra el segundo núcleo urbano en importancia del municipio: Port Pollença. Conocido por los pollensines como «el Moll» (el muelle), fue un pequeño pueblo de pescadores que, con la llegada de turistas y artistas que valoraban su paisaje, se consolidó como núcleo urbano. La bahía de Pollença te ofrece una larga franja de preciosas playas y paseos, además de restaurantes y tiendas de artesanía. 

Y es desde este maravilloso lugar que, a través de una estrecha y serpenteante carretera, podemos adentrarnos en el idílico paisaje de la Península de Formentor y alcanzar el cabo con su faro, con una torre de 22 metros de altura. Existen buses lanzadera que te posibilitan el viaje, a través de la península, como una alternativa segura y económica ya que existen restricciones para vehículos no autorizados desde junio a septiembre de 10 a 19 horas. 

Día 4: Recorrido por la antigua capital del norte

El pueblo de Alcúdia, a 15 minutos de Port Pollença y declarado Conjunto Histórico Artístico, cuenta con un importante legado histórico. La ciudad fue construida con un trazado urbanístico medieval sobre lo que inicialmente fue una alquería musulmana llamada “Al Kudi”, que la dotó del nombre actual. La imponente ciudad estaba completamente amurallada y contaba con 25 torres distribuidas a lo largo de 1,5 km de perímetro. 

Desde el camino de ronda de Alcúdia se logra una visión completa de las murallas que han sobrevivido a través de los tiempos y a las cuales puedes acceder a través de dos puntos de la villa. Se conservan dos de las tres puertas que daban acceso al interior de la ciudad y desde la tercera puerta se conserva el puente de piedra que atravesaba el foso de acceso a la población. 

Entre las bahías de Pollença y Alcúdia yace la antigua ciudad romana de Pollentia, fundada el año 123 a.C y que marcó el inicio de la vida urbana en Mallorca. Fue la ciudad más importante de las Baleares con una extensión de 15 a 20 ha. Actualmente, se pueden visitar la Portella, el Foro y el Teatro de Pollentia. 

En unos 20 minutos hacia el este, desde Pollentia, alcanzas el Parque Natural de S’Albufera de Mallorca, entre los municipios de Sa Pobla y Muro, que representa la zona húmeda más extensa de las Baleares. Existe la posibilidad de realizar distintos itinerarios a pie o en bici para descubrir un sinfín de distintas especies de hongos, vegetación y aves. En este último municipio podemos disfrutar de la Playa de Muro, la playa de arena blanca más extensa de Mallorca con casi 6 km de longitud. Esta playa está dividida en 4 secciones y en cualquiera de ellas puedes darte un chapuzón disfrutando de sus aguas limpias y poco profundas, características por las que es elegida por tantas familias. 

Descubriendo el interior de Palma de Mallorca

A menudo, el litoral de Mallorca y la sierra de Tramuntana ocupan el primer lugar de los atractivos turísticos de la isla, pero no lo son menos los pueblos del interior. Y ejemplo de ello es Petra, un pueblo en la comarca del Pla de Llevant en pleno corazón de Mallorca, que fue cuna del famoso misionero evangelizador de la Alta California fray Juníper Serra y donde podrás visitar la iglesia parroquial de San Pedro. 

Es mejor planificar tu viaje fuera de la temporada alta, cuando la isla está muy masificada, y, bajo ningún concepto, acampes, ya que de ello va a depender que podamos continuar viajando a Mallorca en autocaravana. Si te gustó esta ruta, descubre también el itinerario de Kucavana por la Costa Brava y esta ruta por el Vall d'Arán.